jueves, 11 de octubre de 2012

Aplicaciones farmacológicas del THC


INTRODUCCIÓN

En la última década ha surgido en la comunidad científica un interés creciente por los derivados del cannabis a raíz del aislamiento de los principios activos, la descripción del sistema cannabinoide endógeno y la síntesis de fármacos agonistas y antagonistas de los receptores cannabinoides recientemente clonados. El principio con más capacidad psicoactica es el (Δ9-THC). Otros principios activos importantes son el cannabinol y el cannabidiol.
Las acciones farmacológicas de los principales cannabinoides están mediadas por dos subtipos de receptores. El receptor cannabinoide CB1 se localiza fundamentalmente en el SNC (ganglios de la base, cerebelo, hipocampo). El receptor cannabinoide CB2 se localiza periféricamente, especialmente en los tejidos del sistema inmunitario. Se han descrito ademas, dos transmisores endógenos del sistema cannabinoide, la anandamida y el 2-araquidonil glicerol (2-AG). Los cannabinoides derivados del cáñamo son productos extremadamente lipofílicos, lo que implica una importante acumulación en tejido graso, con largos periodos hasta alcanzar concentraciones plasmáticas estables y una semivida de eliminación tambien prolongada. A fin de discriminar las propiedades farmacológicas de los múltiples componentes presentes en el cáñamo, así como establecer rigurosamente su eficacia y seguridad en terapéutica humana, se han diseñado presentaciones orales de Δ9-THC (dronobinol) y análogos sintéticos como la nabilona y el 11-hidroxi-Δ8-dimetilheptilo. Un isómero óptico de este último compuesto es el denominado dexanabinol, que ha mostrado eficacia como neuroprotector. Igualmente se han desarrollado antagonistas de los receptores CB que podrían tener gran interés en la toxicología de los cannabinoides. Entre ellos merece la pena destacar el antagonista selectivo de los receptores CB1 denominado rimonobant actualmente en la fase III para la deshabituación tabáquica y tratamiento de la obesidad.

TETRAHIDROCANNABINOL

RESEÑA HISTÓRICA

El Δ9-tetrahidrocannabinol (THC) fue aislado en 1964 de la planta Cannabis sativa L. Está disponible para uso terapéutico restringido a la vía oral en algunos países.

MECANISMOS DE ACCIÓN

Farmacocinética

Vía inhaladora (fumado) el THC se absorbe rápidamente alcanzando el SNC en minutos. Por vía oral, la biodisponibilidad es más baja y su absorción más lenta. La alta liposolubilidad lleva a la acumulación en el tejido graso, lo que prolonga su semivida de eliminación hasta siete días. En consumidores habituales puede detectarse el metabolito activo 11-hidroxi-Δ9-THC, en plasma durante semanas después del último consumo.

Farmacodinamia

El THC actúa a través de receptores CB1 y CB2. Presenta similar afinidad por ambos y se comporta como agonista parcial con mayor eficacia sobre el CB1. Los principales efectos del THC son la producción de la euforia con sensación de embriaguez, disminución del nivel de arousal e incremento de la socialidad. Las alteraciones sensoriales y de la percepción del espacio son tambien frecuentes. Con altas dosis son posibles las alucinaciones. El THC tiene un efecto antinociceptivo, antiemético y orexígeno mediante receptores CB1.

INDICACIONES TERAPEUTICAS Y PAUTAS POSOLÓGICAS PARA EL MANEJO CLÍNICO

Actualmente está abierto un debate institucional sobre la utilización o no del cannabis o derivados para el tratamiento de determinados enfermos que lo solicitan.

Orexigeno

En ensayos de corta duración se ha demostrado un incremento del consumo de calorías y de la frecuencia de la ingesta en individuos sanos, en pacientes neoplásticos y en la anorexia asociada al SIDA, cuando los sujetos consumian THC (5-20 mg por via oral). En la actualidad se desarrollan examenes clínicos con cannabinoides asociados a otros fármacos, por ejemplo anabolizantes en pacientes con SIDA, pero aún no se han publicado datos.

Antiemético

Esta comprobada la eficacia del THC (7-10 mg/seis horas oral) sobre las náuseas y vómitos inducidos por quimioterapia antineoplásica. La nabilona (1-2 mg oral) es el otro cannabinoide utilizado en estos casos.

Trastornos de ansiedad

No existen actualmente indicaciones aprobadas para el Δ9-THC en España. La nabilona, pero no el THC, se ha valorado en el tratamiento de la ansiedad. En dos estudios controlados, enmascarados y aleatorizados, uno de ellos cruzado, la adminostración de 2-8 mg/dia en varias dosis redujo los sintomas de ansiedad y las puntuaciones en la escala Hamilton.

Trastornos por dolor

En dosis orales de 20 mg, el THC ha mostrado eficacia similar a 120 mg de codeina en el dolor neoplásico.

Esclerosis multiple

En la hipertonía de la esclerosis múltiple y de traumátismos medulares, el THC (5-15 mg) se ha mostrado eficaz en el alivio del dolor muscular, la espasticidad nocturna y la ansiedad, generando sensación subjetiva de bienestar.

Información tomada de: Manual de Psicofarmacología M. Salazar, C. Peralta, y J. Pastor; Editorial Panamericana; Madrid (2006); pag 181-186.

lunes, 1 de octubre de 2012

Reacciones adversas al THC

CONTRAINDICACIONES Y PRECAUCIONES ESPECIALES DE EMPLEO 

Los pacientes con esquizofrenia son especialmente vulnerables a las recaídas y el agravamiento de los síntomas. El THC debe utilizarse con precaución en pacientes con cardiopatía e hipotensión artostática. Debe evitarse la conducción de vehículos y las actividades peligrosas bajo los efectos del THC. El consumo de THC puede exacerbar los síntomas de asma, bronquitis y enfisema. Tras el consumo prolongado puede aparecer dependencia. La retirada puede producir un síndrome de abstinencia larvado, más evidentes si se induce con el antagonista rimonabant

REACCIONES ADVERSAS ASOCIADAS A SU USO TERAPÉUTICO 

Dosis aisladas de THC (5-10 mg) retardan el rendimiento psicomotor. Efectos secundarios durante el consumo de cannabis son: hipotensión con taquicardia refleja, enrojecimiento conjuntival y disminución de la presión intraocular. El consumo de dosis elevadas de cannabis, sobre todo en consumidores noveles, puede desencadenar crisis graves de angustia. 

SOBREDOSIFICACIÓN 

El perfil de seguridad del THC es elevado (índice terapéutico 40000:1). No existe antídoto para tratar la intoxicación, aunque en un futuro próximo podría autorizarse el empleo del antagonista cannaboide rimonobant. En caso de intoxicación grave el tratamiento incluye soporte cardiovascular. La psícosis tóxica inducida por el cannabis deberá tratarse con antipsicóticos, según pautas convencionales. 

UTILIZACIÓN DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA 

En gestantes consumidoras habituales, el cannabis puede ser causa de retraso de crecimiento intrauterino del feto. Aparentemente el cannabis no es causa de malformaciones congénitas. El THC aparece en la leche materna con una relación leche/plasma variable.






Información tomada de: Manual de Psicofarmacología M.Salazar, C. Peralta y J. Pastor; Editorial Panamericana; Madrid (2006); pag 186-187.