INTRODUCCIÓN
En la última década ha surgido en la comunidad científica un
interés creciente por los derivados del cannabis a raíz del aislamiento de los
principios activos, la descripción del sistema cannabinoide endógeno y la síntesis
de fármacos agonistas y antagonistas de los receptores cannabinoides
recientemente clonados. El principio con más capacidad psicoactica es el (Δ9-THC).
Otros principios activos importantes son el cannabinol y el cannabidiol.
Las acciones farmacológicas de los principales cannabinoides están
mediadas por dos subtipos de receptores. El receptor cannabinoide CB1
se localiza fundamentalmente en el SNC (ganglios de la base, cerebelo,
hipocampo). El receptor cannabinoide CB2 se localiza
periféricamente, especialmente en los tejidos del sistema inmunitario. Se han
descrito ademas, dos transmisores endógenos del sistema cannabinoide, la
anandamida y el 2-araquidonil glicerol (2-AG). Los cannabinoides derivados del
cáñamo son productos extremadamente lipofílicos, lo que implica una importante
acumulación en tejido graso, con largos periodos hasta alcanzar concentraciones
plasmáticas estables y una semivida de eliminación tambien prolongada. A fin de
discriminar las propiedades farmacológicas de los múltiples componentes
presentes en el cáñamo, así como establecer rigurosamente su eficacia y
seguridad en terapéutica humana, se han diseñado presentaciones orales de Δ9-THC
(dronobinol) y análogos sintéticos como la nabilona y el 11-hidroxi-Δ8-dimetilheptilo.
Un isómero óptico de este último compuesto es el denominado dexanabinol, que ha
mostrado eficacia como neuroprotector. Igualmente se han desarrollado
antagonistas de los receptores CB que podrían tener gran interés en
la toxicología de los cannabinoides. Entre ellos merece la pena destacar el
antagonista selectivo de los receptores CB1 denominado rimonobant
actualmente en la fase III para la deshabituación tabáquica y tratamiento de la
obesidad.
TETRAHIDROCANNABINOL
RESEÑA HISTÓRICA
El Δ9-tetrahidrocannabinol (THC) fue aislado en 1964 de
la planta Cannabis sativa L. Está disponible para uso terapéutico restringido a
la vía oral en algunos países.
MECANISMOS DE ACCIÓN
Farmacocinética
Vía inhaladora (fumado) el THC se absorbe rápidamente alcanzando
el SNC en minutos. Por vía oral, la biodisponibilidad es más baja y su
absorción más lenta. La alta liposolubilidad lleva a la acumulación en el
tejido graso, lo que prolonga su semivida de eliminación hasta siete días. En
consumidores habituales puede detectarse el metabolito activo 11-hidroxi-Δ9-THC,
en plasma durante semanas después del último consumo.
Farmacodinamia
El THC actúa a través de receptores CB1 y CB2.
Presenta similar afinidad por ambos y se comporta como agonista parcial con
mayor eficacia sobre el CB1. Los principales efectos del THC son la
producción de la euforia con sensación de embriaguez, disminución del nivel de
arousal e incremento de la socialidad. Las alteraciones sensoriales y de la
percepción del espacio son tambien frecuentes. Con altas dosis son posibles las
alucinaciones. El THC tiene un efecto antinociceptivo, antiemético y orexígeno
mediante receptores CB1.
INDICACIONES
TERAPEUTICAS Y PAUTAS POSOLÓGICAS PARA EL MANEJO CLÍNICO
Actualmente está abierto un debate institucional sobre la utilización
o no del cannabis o derivados para el tratamiento de determinados enfermos que
lo solicitan.
Orexigeno
En ensayos de corta duración se ha demostrado un incremento del
consumo de calorías y de la frecuencia de la ingesta en individuos sanos, en
pacientes neoplásticos y en la anorexia asociada al SIDA, cuando los sujetos
consumian THC (5-20 mg por via oral). En la actualidad se desarrollan examenes
clínicos con cannabinoides asociados a otros fármacos, por ejemplo
anabolizantes en pacientes con SIDA, pero aún no se han publicado datos.
Antiemético
Esta comprobada la eficacia del THC (7-10 mg/seis horas oral)
sobre las náuseas y vómitos inducidos por quimioterapia antineoplásica. La
nabilona (1-2 mg oral) es el otro cannabinoide utilizado en estos casos.
Trastornos de ansiedad
No existen actualmente indicaciones aprobadas para el Δ9-THC
en España. La nabilona, pero no el THC, se ha valorado en el tratamiento de la
ansiedad. En dos estudios controlados, enmascarados y aleatorizados, uno de
ellos cruzado, la adminostración de 2-8 mg/dia en varias dosis redujo los
sintomas de ansiedad y las puntuaciones en la escala Hamilton.
Trastornos por dolor
En dosis orales de 20 mg, el THC ha mostrado eficacia similar a
120 mg de codeina en el dolor neoplásico.
Esclerosis multiple
En la hipertonía de la esclerosis múltiple y de traumátismos
medulares, el THC (5-15 mg) se ha mostrado eficaz en el alivio del dolor
muscular, la espasticidad nocturna y la ansiedad, generando sensación subjetiva
de bienestar.
Información tomada de: Manual de Psicofarmacología M. Salazar, C. Peralta, y J. Pastor; Editorial Panamericana; Madrid (2006); pag 181-186.